No hay nadie más en este mundo que pueda ser responsable de tu propia felicidad y éxito que tú.
Por lo tanto, es muy importante aprender cómo ser responsable de ti mismo si quieres alcanzar el éxito personal.
En esta entrada del blog, hablaremos de lo que significa ser responsable y de cómo puedes empezar a responsabilizarte de tu propia vida.
También exploraremos los beneficios de ser una persona responsable y algunos consejos sobre cómo puedes evitar echarle la culpa a los demás y ser aún más responsable.
Qué es ser responsable de ti mismo
¿Sabes de dónde viene la palabra responsabilidad?
Permíteme compartir su origen etimológico. Proviene del latín «responsum«, el cual a su vez se origina en el latín del verbo responder. Por lo tanto, podemos decir que responsabilidad es «la habilidad de responder«.
Responsabilidad es cumplir con las obligaciones que contraes y ser prudente al tomar decisiones de forma tal que puedes responder, así como con las actividades que decides realizar.
Ahora, cuando hablamos de ser responsable de ti mismo, nos referimos a cuidar de tu vida y de tu relación con las demás personas.
Es decir, dar respuesta a tus prioridades y también necesitas responder en respuesta a la confianza que las personas depositan en ti.
Cuando eres responsable de ti mismo, también debes expresar un sentido de comunidad y de compromiso con los demás.
Por qué es importante ser responsable de ti mismo
Ser responsable de ti mismo es una de las cosas más importantes que puedes hacer en la vida.
Es sumamente valioso para aumentar las probabilidades de ser feliz en la vida.
Además, te facilita asegurarte de que haces todo lo posible para hacer de tu mundo algo mejor.
Cuando eres responsable de ti mismo, tienes el poder de hacer que se produzca el cambio que deseas.
Puedes ser tú quien marca la diferencia en la vida de los demás y en el mundo que te rodea.
Así que si estás buscando una manera de marcar la diferencia, empieza por ser responsable de ti mismo.
Es el primer paso para hacer de este mundo un lugar mejor.
«Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo». Mahatma Gandhi
Cómo ser responsable de ti mismo y de tu vida
La mejor manera de responder a la pregunta de cómo ser responsable de ti mismo y de tu vida, es a través de esta cita, cuyo autor desconozco.
Pocas son las personas que construyen ciudades, la gran mayoría las habita.
Pocas son las personas que proyectan la construcción de un puente, la gran mayoría los utiliza.
Pocas son las personas que levantan empresas y rascacielos, la gran mayoría trabaja para ellas.
El día de hoy, puedes elegir de qué grupo quieres formar parte.
Puedes formar parte de los muchos que esperan a que otros generen los resultados que agregan valor para hacer de este mundo un mejor sitio.
También puedes decidir formar parte de los pocos que toman la iniciativa de responsabilizarse por edificar su vida para construir aquello que su corazón anhela hacer realidad.
Con esto, puedes agregarle valor a los demás a través de ayudarles a solucionar problemas que enfrenten.
Por lo tanto, para ser responsable de ti mismo tienes que tomar la iniciativa de responsabilizarte y hacerte cargo de tus propios sueños. Punto…
Recuerda que así como poco a poco un poquito se convierte en mucho, las pocas personas que comienzan a asumir la responsabilidad sobre su propia vida también pueden hacer mucho para este mundo.
“El precio de la grandeza es la responsabilidad”. Winston Churchill
3 consejos sobre cómo ser más responsable
A continuación te presento tres consejos sobre cómo puedes ser más responsable de ti.
Toma tus propias decisiones
Cuando tomas tus propias decisiones, estás tomando el control de tu vida.
Estás decidiendo responder a lo que deseas, dices si a vivir tu vida.
Además, también estás aceptando las consecuencias de tus actos.
Ser responsable de ti mismo significa tener el valor de aceptar que tú eres el único que está a cargo de tu vida. Significa asumir riesgos y tomar decisiones, incluso si experimentas miedo.
Ser responsable de ti mismo también significa ser amable contigo mismo, perdonarte cuando cometes errores y asumir las consecuencias. Y también es estar orgulloso de ti mismo cuando haces algo bien.
Siempre recuerda que donde otros perciben un fracaso sobre las acciones que tomaron en función de las decisiones que tomaron, la gente de éxito se enfoca en el aprendizaje.
“En la vida existe algo peor que el fracaso y es no haber intentado nada”. Franklin D. Roosevelt
Y es que cuando tomas tus propias decisiones, estás desarrollando un sentido de propiedad sobre tu vida.
Sientes que tienes control sobre aquellas cosas que de ti dependen y esto favorece más el logro de resultados.
Este es un primer paso esencial en el camino para tomar las riendas de tu vida.
Evita echarle la culpa a los demás.
Es más fácil pasarles a otros la responsabilidad por la infelicidad actual y eso es lo que la mayoría de las personas hacen.
“Tendría más dinero, pero mi jefe se ha ensañado contra mi”; “Si mi pareja dejara de comportarse de tal forma, todo iría bien”; “Si mis colegas me comprendieran más, yo sería más feliz”.
Estas son algunas de las quejas más comunes que mis clientes comparten durante las sesiones de coaching. «Culpemos a alguien» es la consigna con la que muchos se escudan.
Detrás de cada una de estas afirmaciones, el lenguaje delata la nociva creencia de que son otros quiénes deben cambiar.
El uruguayo Gustavo Zerbino fue uno de los que sobrevivió a la tragedia de los Andes en 1972.
En entrevista a Daniel Domínguez de la revista Mosaico del diario panameño La Prensa, comenta que el latinoamericano, en término promedio, tiende a considerarse una víctima permanente.
“Esperamos que el que debe cambiar es el otro, el que me debe salvar es el gobierno, mi jefe o mi padre, yo no tengo nada para hacer. Los latinos nos quejamos con una excusa convincente, pero falsa. En América Latina ser responsable es igual que ser culpable por haber hecho algo. Entre los sajones, responsable es el que llevó adelante una obra”.
Hazte cargo para hacer que las cosas sucedan
Se dice que existe una lápida en la Abadía de Westminster. Es de un obispo anglicano, y la misma está grabada con el siguiente mensaje:
Cuando era más joven creía que podía transformar el mundo.
Cuando me hice mayor, pensé que no había forma de cambiarlo, así que me fijé un objetivo más modesto e intenté cambiar solo a mi país. Pero con el tiempo me pareció poco realista.
Al llegar a mi vejez, decidí intentar mejorar a mi familia, a los más cercanos. Pero tampoco conseguí mucho.
En mi lecho de muerte, he logrado comprender lo siguiente: si hubiera empezado por intentar cambiarme a mí mismo, quizá mi familia habría seguido mi ejemplo y habría cambiado, y quizá podría haber hecho lo mismo por mi nación y quien sabe, tal vez incluso hubiera podido cambiar el mundo.
Este enfoque nos lleva a pensar que una de las decisiones más importantes que tienes que tomar para iniciar una aventura que te lleve a triunfar, es discernir: ¿Quién tiene que hacerlo?
Si eliges ser tú quien va a cambiar, harás que las cosas sucedan y te convertirás en un conductor estrella en las avenidas de la vida.
Si eliges que sean otros los que tienen que cambiar, te limitarás a observar desde las aceras de la existencia.
Historia sobre ser responsable
Anthony Robbins nos comenta en su libro “Poder sin límites”, sobre una historia de la vida real, que ilustra cómo un hombre fue capaz de hacerse responsable de su vida hasta obtener lo que quería.
A los 31 años fracasó en los negocios. A los 32 años perdió unas elecciones legislativas. A los 34 años, volvió a fracasar en los negocios. A los 35 años superó la muerte de su esposa. A los 36 años le sobrevino una crisis nerviosa. A los 43 años, fracasó en su intento de ser elegido para el Congreso, tampoco lo consiguió a las 46, ni a los 48. Además, no logró ser elegido senador a los 55.
Como si fuera poco, a los 56 fracasó en el intento de ser vicepresidente. Pero finalmente, fue elegido presidente de los Estados Unidos a los 60.
Su nombre era Abraham Lincoln. ¿Habría llegado a ser presidente si no hubiese asumido ser responsable de sí mismo y su vida?
Reflexión final
Las investigaciones demuestran una y otra vez que las personas de éxito, como parte inherente de su forma de actuar, asumen la responsabilidad personal por solucionar sus problemas y alcanzar objetivos.
Por otro lado, aquellos que no tienen tanto éxito, traspasan esta responsabilidad a la economía, a los gobernantes, así como a aquellas personas que consideran más poderosas, incluso a la suerte.
Cierro con esta pregunta: ¿En qué grupo estás?
Espero que los tres consejos sobre cómo ser más responsable contigo mismo sean útiles para tu vida.
“Algunas personas ven las cosas como son y preguntan ¿por qué?; las personas de éxito ven las cosas como podrían ser y preguntan ¿por qué no?”. Franklin D. Roosevelt
Creo en mi y en este momento llegan las ideas adecuadas del como si lo puedo hacer porque si lo quiero porque me lo merezco porque ¡Si se puede!
Qué bueno Yenny! Creer en uno mismo es vital! Si no lo hacemos nosotros por nosotros, entonces quien!!
No nos rindamos que los viejos son los que triunfan y los más jóvenes son los que estamos destinados al fracaso.
Así es… El futuro es para los jóvenes que construyen sobre la experiencia de los que les precedieron!! A seguir luchando!