En esta publicación abordaremos cuatro elementos clave del coaching desde la perspectiva de las cuatro ruedas de un taxi.

La metodología del coaching se enfoca para trasladar a las personas de donde están hacia a dónde quieren ir.

Es vital que un coach pueda apoyar el desplazamiento entre un punto y otro sobre estos cuatro elementos clave para que el coaching sea efectivo.

Origen del término coaching

Antes de introducir los cuatro elementos clave del coaching, es importante clarificar cuál es el origen del término coaching. Esto te permitirá comprender mejor la esencia detrás de la palabra. Para no caer en explicaciones tediosas, hagamos uso del poder de las analogías.

El origen del término coaching proviene de la palabra coche, pues esta metodología cumple la misma función que es trasladar a las personas desde una situación presente a una deseada.

En este sentido, se puede entender el coaching como una travesía en coche. De forma aún más precisa, podemos comparar el coaching con un viaje en taxi.

Aunque, el concepto de coaching también puede ser entendido desde cómo funciona el maravilloso Canal de Panamá.

Por qué elementos clave del coaching

El entendimiento de los principios en los que descansa la metodología de coaching, te ayudará a comprender la esencia sobre qué es coaching.

Los principios son las normas que guían los comportamientos de un coach. Por lo tanto, los elementos clave del coaching ayudan y permiten fomentar las buenas prácticas para el buen funcionamiento de los servicios de coaching profesional para empresas o a nivel personal

Veamos con mayor detenimiento cada uno de los cuatro elementos clave del coaching.


Primer elemento clave: cambio

¿Sabías que la palabra cambio viene del latín “cambium” que significa hacer trueque y dar una cosa por otra?

¿Quieres saber qué tiene que ver este trueque con el coaching?

El primer elemento clave del coaching está relacionado con el cambio. Honrando el origen del término, el proceso de coaching consiste en hacer un trueque de lo que un cliente tiene en su situación presente por lo que quiere en una situación deseada.

Es más, de forma general el método de coaching consiste básicamente en explorar el presente y diseñar el futuro.

Al referirme a la exploración de la situación actual me refiero al análisis del sistema de vida del cliente.

Esto se puede hacer a través de herramientas como la Rueda de la Vida.

Cuando hablo del diseño del futuro, básicamente me refiero a cómo crear una visión personal del futuro.

A partir de dicha visión, se buscan un cambio a través del coaching hacia la mejor versión de uno mismo.

Los procesos de cambio en coaching se enfocan en la transformación generativa y en el desarrollo de las personas. Un coach busca facilitar la liberación del potencial y el desarrollo las personas.

Dos manos sostienen unos cubos de madera que juntos dicen

El cambio en coaching

Cómo cambiar a través del coaching se relaciona con el aspecto generativo de la psicología con el fin de generar nuevos niveles de éxito, de competencia y bienestar.

Aún a pesar que se trata de cambios generativos, no es nada fácil cambiar. Si fuera así, la gente no contrataría a un coach. De hecho, uno de los problemas con los que un coach tiene que tratar es cómo manejar la resistencia al cambio.

Por lo tanto, desde el aspecto generativo, el coaching está dirigido a personas que quieren más: más felicidad, más salud, más amor, más habilidades, más confianza, entre otras muchas cosas.

Además, en todo proceso de coaching, los coaches empoderan a sus clientes en cómo adaptarse a los cambios que quieren llevar a cabo.


Segundo elemento clave: conciencia

La conciencia, como uno de los principios básicos del coaching, representa el segundo elemento clave.  Esta rueda del coaching está directamente relacionada con el cambio. ¿Por qué? Sencillamente porque la conciencia conduce al cambio.

¿A qué me refiero por conciencia? Déjame y te explico…

La conciencia es el producto de la atención concentrada, la concentración y la claridad. Conciencia significa tener conocimiento, es decir, no ser ignorante.

La conciencia implica adquirir conocimiento a través, ya sea de la reflexión, la observación e interpretación de lo que uno percibe a través de los sentidos. Es decir, de aquello que uno ve, oye, siente, etc.

Como nuestros sentidos pueden ser buenos o insuficientes, existen infinitos grados de conciencia.

Así como unos lentes de aumento o unos audífonos de alta fidelidad pueden elevar nuestros límites de visión y audición más allá de lo normal, también se pueden elevar los niveles de conciencia a través de la atención concentrada y la práctica.

¿Por qué es importante crear conciencia?

Ahora, ¿Por qué es importante elevar los niveles de conciencia en el coaching?

Porque solo eres capaz de controlar aquello de lo que eres consciente. Aquello de lo que eres inconsciente, curiosamente te controla a ti.

Permíteme ilustrar lo anterior con un ejemplo muy sencillo.

Una persona que tiene mal aliento, usualmente es inconsciente de esta situación. Por lo tanto, es incapaz de cambiar ese problema. Esto obedece a que no puede tener control sobre algo que no sabe.

Tan pronto alguien se lo hace saber y le da feedback sobre su problema de mal aliento la persona se hace consciente y puede cambiar.

La conciencia produce un empoderamiento automático en las personas y las faculta para poder cambiar una situación por otra. Eso sí, siempre y cuando la persona lo desee.

Dama pensando con cerebro ilustrado

¿Qué es elevar la conciencia en coaching?

¿Qué implica elevar los niveles de conciencia en coaching? La conciencia implica el conocimiento de uno mismo. Con esto me refiero a:

  • Conocer tu misión y visión en la vida.
  • Ser consciente de tus valores y creencias.
  • Saber cuáles son tus capacidades y fortalezas.
  • Tener claridad sobre tus áreas de oportunidad.
  • Identificar tus prioridades de comportamiento y preferencias.
  • Determinar los ambientes en los que liberas tu potencial y aquellos que te limitan.

Un ejemplo de cómo la conciencia ayuda en coaching es el siguiente. Cuando eres consciente puedes reconocer cuándo y cómo tu identidad, creencias, significados, marcos mentales y valores, distorsionan lo que sientes, dices y haces.

Elevar la conciencia también implica prestar atención a lo que ocurre fuera de ti en el mundo exterior. Esto te permite conocer qué es lo que te está ocurriendo a tu alrededor para adaptar tu comportamiento. Además de determinar el efecto que esos eventos tienen en ti.

Por último, la conciencia te permite apagar el piloto automático de tu vida, para que desde el aquí y ahora, seas conscientes de lo que estás experimentando y sintiendo en un momento dado.


Tercer elemento clave: compromiso

Ya sabes que las dos primeras ruedas del coaching son el cambio generativo y elevar los niveles de conciencia. Vamos ahora a enfocarnos en analizar el tercer elemento clave del coaching, el compromiso, y su impacto en el desempeño de las personas.

Para comprender porqué la tercera rueda del coaching, el compromiso, tiene una relación directa con el alto desempeño, debemos también irnos a las raíces del término.

Según el Diccionario de la Lengua Española, la palabra compromiso deriva del latín “compromissum” que se utiliza para describir una obligación contraída y palabra dada.

Por lo tanto, cuando las personas dan su palabra, sienten haber contraído una obligación. La palabra dada, implica que la persona tiene que decir o responder algo, no se trata de escuchar pasivamente. Se refiere a la actividad de hablar.

La definición anterior nos lleva a otro término muy relacionado con el compromiso y es la responsabilidad. De hecho, son sinónimos. En inglés, responsabilidad se escribe como “responsibility”.

En inglés, la definición de esta palabra aparece como “duty or obligation”. Responsibility, traducida al español, quiere decir deber u obligación. Esta definición conserva el mismo sentido que tiene la palabra compromiso.

La palabra “responsibility” está compuesta por dos términos: response + ability. Es decir, responder + habilidad.

No… esto no es clase de inglés, pero mira lo importante que hay detrás del noviazgo de estos dos términos…

Esto quiere decir que la responsabilidad tiene que ver con la capacidad que las personas tienen para responder a algo.

Es decir, tienes que hacer o decir algo cuando respondes.

Compromiso en coaching

¿Qué tiene que ver el compromiso con el coaching? Sencillo, la llave que pone en marcha el coche o taxi del coaching son las preguntas.

Las preguntas clarifican el cambio generativo que el cliente quiere llevar a cabo.

El acto de cuestionar genera un proceso de reflexión que conduce curiosamente a mayores niveles de conciencia.

Adicionalmente, las preguntas tienen un efecto directo en el desempeño de las personas.

Esto se debe a que generan mayor compromiso o responsabilidad con respecto a los cambios que se desean hacer realidad.

¿Por qué? Porque la persona da su palabra y se siente comprometida.


Por qué las preguntas impactan en el desempeño

Y la pregunta ahora es: ¿Por qué las preguntas impactan en la responsabilidad y en el desempeño?

En palabras de unos de los artífices del coaching, John Whitmore:

“Cuando aceptamos, elegimos o asumimos la responsabilidad por nuestros pensamientos y acciones, nuestro compromiso con ellos aumenta y del mismo modo nuestro desempeño».

Lo opuesto a lo afirmado por Whitmore es lo siguiente. Puede suceder que alguien te sugiere u ordena asumir una responsabilidad. No obstante, no te da la opción de responder y asumir la obligación que viene por tu palabra dada. Esto puede llevar a que no aceptes lo que te sugieren. Por lo tanto, el desempeño no mejorará porque no te sientes comprometido ya que no has dado tu palabra. Para sentirte verdaderamente responsable, tienes que hacer una elección propia.

La conciencia y la compromiso, son sin duda dos cualidades cruciales para el desempeño en cualquier actividad.

Qué es un coach

El coach es un facilitador del cambio a través de preguntas poderosas que sirven para elevar los niveles de conciencia y aumentar la capacidad de respuesta y responsabilidad de las personas.

El coach también es una caja de resonancia que permite que las personas puedan escucharse a sí mismas. Al ayudar a los clientes a escuchar sus propias palabras, un coach también aumenta los niveles de compromiso y por ende el desempeño.


Cuarto elemento clave: confianza

Una de las metas principales del coaching es la generación de confianza de las personas en sí mismas.

La cuarta rueda, el último de los elementos clave del coaching que presento, es un producto natural del compromiso o la responsabilidad.

La capacidad de respuesta que se produce gracias a la responsabilidad, no solo se manifiesta a través de lo que dices, también a través de lo que haces. Por lo tanto, la responsabilidad te obliga a conversar y actuar.

En coaching el actuar se traduce en pequeños pasos de acción. Un primer paso de acción fragmenta el proceso de cambio en pequeños cambios alcanzables.

Puede ser cierto que el cambio sea pequeño a corto plazo. Sin embargo, cuanto más tiempo se mantenga dicho pequeño cambio, más te vas a separar de la trayectoria presente. Incluso el cambio más insignificante te puede llevar a un destino totalmente distinto si persistes en este.

La vida consiste en una serie de pequeños cambios y un gran cambio es a menudo la suma de muchos pequeños cambios. Los pequeños pasos de acción garantizan el éxito. Y curiosamente el éxito produce más confianza.

Confianza en el coaching

En coaching, la confianza es fundamental para la manifestación del potencial y el alto desempeño de las personas.

Por lo tanto, resulta indispensable generar una trayectoria de pequeñas acciones que generen éxito

Es esencial que el coachee produzca los resultados deseados a partir de sus acciones, sin generar fracaso.

Un coaching debe debe dar como resultado el éxito, incluyendo el reconocimiento del mismo por parte del coachee.

Si no hay éxito, esto solo ocasionará una reducción en el nivel de autoconfianza de la persona. Este desenlace minará uno de los objetivo principales del coaching: el desarrollo de la confianza.

Para que desarrollar la autoconfianza, además de acumular éxitos, necesitas saber que los éxitos se deben al propio esfuerzo. La confianza en ti mismo se manifiesta cuando tomas tus propias decisiones y acciones. Es decir, necesitas reconocer plena responsabilidad por el proceso.

El coaching es una intervención que tiene como objetivo subyacente y omnipresente a lo largo de todo el proceso, el fortalecimiento de la confianza en uno mismo.

Como coach tienes que tener en cuenta este principio y actuar de un modo auténtico y persistente sobre la base del mismo. Cuando lo hagas, quedarás asombrado por la mejora resultante en los resultados de tu cliente.

Conclusión

Estos cuatro elementos clave del coaching, no solo te ayudan a comprender qué es el coaching, sino que también representan aquello que es esencial para que los procesos de cambio sean verdaderamente transformadores y satisfactorios.

Una cosa es conocer los elementos clave del coaching, otra cosa muy distinta vivirlos y ayudar a que otros los experimenten en carne propia.

Cambio, conciencia, compromiso y confianza son los cuatro colores con los que un coach colorea la mejor versión de sí mismo y de otras personas.

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