El origen del coaching lleva la impronta o huella de sus antecedentes deportivos.
Esto se refleja a través del énfasis en la acción, los logros, la excelencia y la importancia de los resultados medibles.
A pesar de que en los últimos años ha evolucionado para aplicarse a muchos ámbitos de la vida, aún podemos extraer mucha información de la evolución del coaching.
Son muchas las dudas que se pueden presentar al hablar del tema.
Te invito a recorrer los orígenes del coaching, mucho más allá de la filosofía griega y exponentes como Sócrates.
Aquí clarificaremos lo básico. Desde cómo se escribe: couch o coach, hasta sobre cuál es el futuro del coaching.
En este artículo te ayudaremos a conocer más sobre su origen para que puedas comprender mejor el concepto de coaching.
Historia del coaching
La historia del coaching parte de comprender el origen del término.
No obstante, en el libro “Coaching con PNL” escrito por Joseph O’Connor y Andrea Lages, los autores también nos dan luces sobre la historia del coaching.
Afirman que en 1974 apareció el influyente libro de Timothy Gallwey titulado “The Inner Game of Tennis”.
Si el origen del coaching puede asociarse con algún libro es sin duda con este.
Tim Gallwey era experto en educación y tenis en la Universidad de Harvard.
De hecho, en 1960 era capitán del equipo de tenis de la Universidad de Harvard.
Él utilizó las palabras “juego interior” en su libro para indicar el estado interno del jugador.
En entrevista a la Association for Coaching, Gallwey afirma que en sus inicios, no había libro ni asociaciones de coaching.
Es más, ni siquiera existía un modelo de competencias asociado a la práctica de esta profesión. Por lo tanto, él fue aprendiendo a medida que avanzaba.
La base para su aprendizaje no era enseñar, sino ayudar a otros a aprender.
Esta tendencia venía de la Psicología Humanista, la cual se desarrollaba justo en dicha época.
Ese simple principio hizo una gran diferencia, no solo en el desempeño de sus atletas, sino en la consolidación del coaching como profesión.
Ahora, si deseas conocer la historia de coaching de forma aún más detalla, más allá de sus antecedentes deportivos, te recomiendo visitar nuestra publicación sobre qué es coaching.
En dicha publicación, incluso podrás bajar una guía de referencia con mayor información sobre el origen del coaching, definición del coaching y los elementos clave del coaching.
Antecedentes deportivos
La tesis del libro de Timothy Gallwey, es vital para comprender los antecedentes deportivos que dieron origen a qué es coaching en la actualidad.
Él afirmaba que no se puede lograr el dominio de ningún juego, ni tampoco obtener ninguna satisfacción, sin prestar alguna atención a las habilidades del juego interior.
Ahora, nos dice que estas habilidades son normalmente ignoradas. Y es que nos tendemos a enfocar en el juego exterior.
De hecho, si revisas los cuatro elementos clave del coaching: cambio generativo o mejora, conciencia, compromiso y confianza, la mayoría tienen un carácter meramente interno.
El juego interior tiene lugar en la mente del jugador, y se juega contra obstáculos como la falta de concentración, el nerviosismo, las dudas sobre uno mismo y la excesiva autocrítica.
En resumen, se juega para superar todos los hábitos de la mente que inhiben la excelencia en el desempeño deportivo.
Gallwey sustenta que en las competencias, todo atleta tiene dos adversarios.
Uno es su oponente externo en la pista. Aunque esto se puede extrapolar al otro lado de un estadio, del ring, frente a tu escritorio o al público que tienes frente a ti en una sala de conferencias.
El otro oponente es el interior, las limitaciones mentales que se impone el atleta.
El juego interior representa la batalla que todo deportista o persona tiene que librar contra sus propias limitaciones mentales y emocionales.
En palabras del propio Timothy Gallwey:
“El oponente que habita en la cabeza del propio jugador es más formidable que el que está del otro lado de la red”.
Él identificó a este oponente como la parte de nosotros que piensa demasiado, analiza en exceso y que lo intenta con todas sus fuerzas.
Afirmó que para ganar el juego externo, primero se tiene que ganar el juego interno.
Evolución del coaching
En línea con el análisis del origen del coaching desde los antecedentes deportivos, es importante señalar que el éxito del primer libro de Gallwey fue seguido por otro libro al que llamó “Inner Skiing” (El esquí interior).
Luego, sumó a la lista “The Inner Game of Golf” o “El juego interior del golf”.
Los métodos de Gallwey eran bastante simples y se podían aplicar de inmediato a cualquier situación.
Por lo tanto, no era de extrañar que se dedicara más a menudo a dar conferencias a líderes empresariales de Estados Unidos, que a deportistas.
Es fácil ver que muchos de los principios establecidos por Gallwey en su libro, guardan relación directa con la evolución del coaching.
Esto lleva a que los antecedentes deportivos fueran vitales para comenzar a fundamentar el origen del coaching como profesión.
Sus libros coincidieron con la aparición en el ámbito de la psicología de un modelo más optimista de la humanidad, la Psicología Humanista.
La vieja perspectiva conductista establecía que las personas eran como recipientes vacíos en donde el potencial se debía verter.
El nuevo modelo humanista sugería que el ser humano era más similar a una bellota.
La analogía trata de resaltar que así como la bellota contiene en su interior todo el potencial para convertirse en un majestuoso roble, el ser humano se puede convertir en un maravilloso ser. En otras palabras, la mejor versión de uno mismo.
Es cierto, necesitamos alimento, estímulo, agua y luz para crecer, pero el roble ya se encuentra en nuestro interior.
Francisco Carabantes, creador de Coaching Mirada Consciente, en su publicación titulada: «El origen del coaching – Su historia, corrientes y referentes» nos introduce a la evolución del coaching a partir del deporte.
Afirma que en los años 80, lo hecho por Tim Gallwey se desarrolló aún más y fue llevado al mundo de la empresa gracias a uno de sus discípulos, John Whitmore.
Coaching: del deporte al ámbito organizacional
Sir John Whitmore se fue a formar con Timothy Gallwey y fundó un capítulo del Juego Interior en Reino Unido
Él solía organizar cursos de tenis interior, así como vacaciones de esquí interior.
No transcurrió mucho tiempo antes de que sus clientes deportistas empezaran a preguntarle si podían aplicar los mismos métodos a las cuestiones más importantes de sus respectivas empresas.
Tras muchos años de experiencia en la esfera empresarial, Whitmore y su equipo desarrollaron y reelaboraron aquellos primeros métodos del juego interior y los adaptaron al entorno empresarial.
Su libro “Coaching, el método para mejorar el rendimiento de las personas”, se convirtió en una guía clara para aprender las habilidades de este arte y aplicarlo a las organizaciones.
Es así como del deporte, el coaching llegó al ámbito organizacional.
Hoy en día, es una profesión con múltiples herramientas para ayudar en diferentes ámbitos, dependiendo del tipo de coaching que se utilice.
Por ejemplo, el uso de la Rueda de la Vida, es una herramienta que se aplica mayormente en coaching de vida y hace uso del pensamiento sistémico.
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Origen del coaching
Ya conoces la historia del coaching desde sus antecedentes deportivos.
Ahora vamos a enfocarnos en el origen del coaching desde su evolución del ámbito deportivo al organizacional.
El método de Gallwey a nivel deportivo no se basaba en dar instrucciones, sino en facilitar el aprendizaje a partir de la experiencia.
Es así como el trabajo de un coach terminó siendo ayudar a sus clientes a reducir el oponente interno que afectaba el desempeño.
Cuando un coach reduce la voz interior, surge en las personas una capacidad natural por liberar el potencial.
No hay necesidad de transmitirle instrucciones en exceso.
Desde antes de los orígenes del coaching, los entrenadores y hasta los líderes a nivel organizacional, se siguen mostrando reacios a creer e implementar las ideas de Gallwey.
La razón del rechazo es clara: si la participación activa de ellos, su rol pierde relevancia.
Un énfasis en el método propuesto por Gallwey, ocasionaría que sus funciones pierdan protagonismo. Esto claramente atentaría contra la razón de ser de su papel.
La historia del origen del coaching surge como un antídoto a esta tendencia.
La función actual de un coach o líder, que utilice el coaching como estilo de liderazgo, es facilitar el cambio y el aprendizaje.
Lo hacen a partir de un proceso de reflexión que mueve a las personas a la acción. Esta función se basa en habilidades sustentadas en sus antecedentes deportivos.
Habilidades de un coach
El origen del coaching desde los antecedentes deportivos se sustenta en las siguientes tres habilidades que un coach debe tener:
- Aumentar la conciencia sin prejuicios de lo que está sucediendo: esto no es tan fácil porque las personas somos muy duras y nos juzgamos en exceso. Al hacerlo surgen dudas que interfieren con el potencial.
- Capacidad para seguir la meta del coachee: el coach no está llevando la batuta, lo único que hace es seguir el interés de la persona que está siendo coacheada.
- Autoconfianza inspiradora: la gente tiene más potencial de lo que piensan que tienen, pero interfieren con su liberación más de lo que les gustaría admitir. Por lo tanto, el trabajo del coach es reducir la interferencia para hacer crecer el potencial.
Las técnicas desarrolladas por Tim Gallwey a nivel deportivo y adaptadas por Whitmore al mundo organizacional, buscan desarrollar estas habilidades en los coaches.
Son la base del origen del coaching como una profesión distinta a la instrucción que se basa en cuatro elementos clave: cambio, tomar conciencia, compromiso y confianza.
Propósito del coaching
El coaching consiste en liberar el potencial de una persona para incrementar al máximo su desempeño.
Consiste en ayudarles a las personas a aprender, en lugar de enseñarles.
Las personas dan instrucciones con la mejor intención. Sin embargo, terminan activando el juego interior de otros.
Esto afecta negativamente la curva de aprendizaje de las personas. Fue esta la razón por la que el origen del coaching hizo énfasis en el aprendizaje y no en la enseñanza.
De hecho, de ahí viene la principal diferencia entre un coach y entrenador. Pues no es lo mismo ni se escriben igual.
Por ejemplo, la mayoría de los entrenadores de tenis les dicen a sus alumnos “¡Mira la pelota!”.
El alumno sabe que debería mirar la pelota. Trata de mirarla, pero sus ganas de intentarlo interfieren con la ejecución.
Gallwey encontró un modo de ayudar al jugador a mirar la pelota objetivamente esquivando el oponente interior.
Su método dio inicio a la historia del coaching con un sustento basado en preguntas.
Por ejemplo: En el próximo saque quiero que observes la costura de la pelota mientras se acerca. Te voy a pedir que respondas la siguiente pregunta: ¿En qué sentido viene girando?
En primer lugar, preguntar demandaba mayor concentración que la usual de parte del jugador.
Además, requería mayor concentración por parte del jugador en el juego. Esto evitaba que se enfocara en la voz interior cargada de juicios.
En segundo lugar, la respuesta del jugador era una descripción y no un juicio.
Además, el jugador dejaba de estar preocupado por la calidad de su próximo golpe.
Ahora, solo estaba mirando la pelota tan intensamente como le era posible. Paradójicamente, los golpes mejoraban y de igual forma el desempeño.
Coaching en la actualidad
Tim Gallwey fue quizás el primero en evidenciar un método simple, pero general de coaching que se podía aplicar de inmediato a casi cualquier situación.
El origen del coaching en la actualidad lleva la impronta de la metodología del Juego Interior.
De hecho, este fue uno de los primeros modelos de coaching en saltar la barrera de los deportes a los negocios.
Los procesos de coaching en la actualidad están basadas en preguntas y alejadas de la instrucción que caracterizaban al tradicional entrenador.
San Agustín de Hipona, afirmó algo parecido a lo que hemos venido planteando en su libro «El Maestro». Dice así:
“Los maestros no enseñan nada. Cada educando aprende de su propia luz interior, que le permite descubrir y comprender. La verdad no se enseña, sino que se destapa y descubre”.
Estos planteamientos, que datan de una época antigua, cerca del año 400 D.C., coinciden plenamente con el significado actual que se le da a la metodología del coaching.
Conclusión
El origen del coaching emergió para cuestionar la forma en que las personas aprenden.
También para cambiar el modo en que enseñamos e instruimos a los demás.
En una sesión de coaching, un coach no debe decirle a otros lo que tienen que hacer.
En su lugar, un coach actúa como caja de resonancia para que los demás escuchen su propia voz.
Un coach ayuda a los demás a encontrar sus propias respuestas.
Para catalizar los procesos de cambio y aprendizaje el coach tiene preguntas, el cliente tiene las respuestas.
El coaching no es directivo, es inspiracional. No se trata de instrucción, sino de iluminación.
Es a partir de la luz que emerge de las neuronas del propio coachee que el camino se ilumina para ser recorrido.
El coaching faculta el cambio desde la motivación, no desde la imposición.
Como práctica, la historia del coaching está destinada a perdurar.
Con el pasar del tiempo el término podrá perder popularidad y se podrá transformar en otra palabra de moda.
No obstante, su esencia seguirá siendo una norma para todos aquellos que deseen liberar el potencial de otros a través del aprendizaje.
Eso si, empieza liberando tu potencial y suscríbete a nuestro Blog de Coaching.